“Creerse el ombligo del mundo”. Respuesta a Sergi Boada, presidente del Colegio de Médicos de Tarragona

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COMUNICADO

El Consell de Col·legis d’Infermeres i Infermers de Catalunya (CCIIC) y los colegios territoriales de Barcelona (COIB), Girona (COIGI), Lleida (COILL) y Tarragona (CODITA) queremos hacer público nuestro malestar por la opinión expresada por el Sr. Sergi Boada, presidente del Col·legi de Metges de Tarragona (COMT), en el artículo “A propòsit d’intervencions quirúrgiques i llistes d’espera” de la tribuna de opinión del Diari de Tarragona del pasado 24 de abril; a la vez que enmendar la descripción fallida y sesgada del proceso quirúrgico que traslada a la ciudadanía.

A propósito del personal complementario…

Dice el artículo que “Para realizar una intervención quirúrgica, el personal fundamental son los médicos cirujanos y los anestesiólogos y se necesita, también, un personal complementario. Entendemos por personal fundamental aquél que realiza la parte del proceso en la que resulta totalmente imprescindible”. Y es en referencia a lo que él considera “un tema básico; los quirófanos”, que el presidente del COMT erige a la profesión médica en ‘fundamental’ e ‘imprescindible’, entre las cuatro paredes de la sala de operaciones. Nada que decir si no fuera porque la afirmación –aplicable a cualquiera de las disciplinas sanitarias– se manifiesta con carácter excluyente, contraria a la interdisciplinariedad de los equipos quirúrgicos y a la ética de la profesión enfermera.

Consell y colegios queremos recordar que las enfermeras no somos ningún ‘complemento’ en el quirófano (fase intraquirúrgica) –como tampoco lo somos antes (fase prequirúrgica) ni después (fase postquirúrgica)– y que el acto quirúrgico implica mucho más que la destreza de un bisturí, una sutura o una intubación.

Nosotras mismas, enfermeras y comadronas, realizamos cirugías menores conformes a nuestra formación y competencias y no por ello, menospreciamos la aportación que el resto de profesionales hacen desde sus respectivas disciplinas o especialidades.

A propósito de la excepcionalidad…

Avanzando en la lectura, el Sr. Boada dice que “para explicarlo mejor; en un caso excepcional de escasez extrema de personal en el que hubiera que operar a un paciente sí o sí, los médicos podríamos trasladar pacientes, prepararlos antes de la intervención y preparar el material quirúrgico antes y durante la cirugía”. Una aclaración que obvia la naturaleza del proceso quirúrgico e ignora la intensidad asistencial, física y psicológica, del preoperatorio y el postoperatorio; a veces largos y complejos para los pacientes y sus familias o, incluso, con desenlace no deseado.

Una situación de excepcionalidad ‘a la carta’, que no se da ni en situaciones de conflicto bélico y mucho menos refleja nuestra realidad social y sanitaria, sobre la que el presidente del COMT se pregunta “Pero, y si la situación ¿fuera a la inversa? Desgraciadamente, ni las enfermeras, ni los auxiliares, ni los celadores podrían anestesiar ni operar”. Una premonición apocalíptica.

A propósito de la dedicación…

Como cierre, anuncia “futuros artículos” con “posibles soluciones” y avanza dos cómo serían las políticas de incentivos por resultados o el efecto de la proliferación de las pólizas de salud privadas que “Paradójicamente, o no, y gracias a la dedicación extra de estos médicos” –en referencia a los profesionales que combinan la medicina pública y privada– “acabará provocando un beneficio para el sistema público, contribuyendo a descongestionarlo y a reducir las listas de espera”. Actividad a tiempo parcial que, recordemos, los médicos pueden ejercer gracias a la continuidad asistencial de los equipos de Enfermería y/o interdisciplinares de cualquiera de los dos ámbitos.

Además, queremos aclarar que el paciente quirúrgico no es ‘algo’ que se lleva al quirófano, se opera y se devuelve a su casa. El cuidado de las personas es un ejercicio de compromiso en el que las enfermeras actuamos de forma planificada durante todo el proceso quirúrgico, incluido el instrumental. Siempre junto al paciente, ‘sin creernos el ombligo del mundo’, velamos para que tenga la atención necesaria antes, durante y después de la cirugía. Una atención que debe ser siempre de la máxima calidad y disponer de todos los profesionales y recursos al alcance.

Por todo ello, Consell y Colegios de Enfermeras pedimos una rectificación del artículo del Sr. Boada, que consideramos un despropósito; a la vez que deseamos que se trate de una opinión personal y no corporativa, en tanto que presidente del COMT. Una opinión que consideramos que se desdice de la realidad que vivimos las enfermeras, plenamente integradas en equipos quirúrgicos interdisciplinares y en los que trabajamos con la máxima profesionalidad, como iguales y desde las respectivas competencias, con compañeros médicos y de otras disciplinas.

 

COMUNICADO EN PDF

Foto: Enfermera Quirúrgica © Ariadna Creus y Àngel García (Banc Imatges Infermeres)